jueves, julio 19, 2007

FÚTBOL BAJO LAS ESTRELLAS

Concurso "Historia de amistad"
Soy Lucas González Freytes, trabajo para cuenta Personal en Córdoba. Esta historia se la dedico a los amigos de los equipos cuyos líderes fueron Andrés Chichalof/Diego Pereyra y Esteban Nicosia en el primer semestre de 2007, y que solíamos trabajar en distintos call del site 1.

FÚTBOL BAJO LAS ESTRELLAS
Se sabe, el trabajo en Action Line, como en cualquier call center, es muy particular por varias razones. Una de ellas es el horario, que es algo problemático para hacer ciertas cosas, especialmente para los muchachos que salen a la una y media de la madrugada con muchas ganas de jugar al fútbol. Una verdadera misión imposible para cualquiera. Ésa era nuestra empecinada idea porque ésa era la parte del día disponible. Abril de 2007 aún regalaba noches cálidas, como de verano, y por fin pudimos concretar. El campo de juego fue el parque que está sobre la avenida Sabatini, frente al ACA, justo al lado de la Granja del Zoo, sólo a unas cuadras del centro de Córdoba capital. “Hay que tener ganas, eh” y “Están relocos ustedes” eran las frases que más escuchamos en la previa al juego, dichas principalmente por las damas del equipo. ¿Cómo fueron convencidas esposas, novias, amantes, amigas con derechos y demás de que ésa madrugada estaba destinada a la actividad deportiva y no a los goces de la infidelidad? Sólo Dios lo sabe. Lo cierto es que nos dimos con el gusto, y finalmente hubo fútbol bajo las estrellas. Una pelota con una inscripción que recordaba una fiesta de Bell Ville fue víctima de nuestros guadañazos nocturnos, pero también fue dichosa al ser el cincel de jugadas que Riquelme o el mismo Messi hubieran envidiado por ajenas. Los burros y otros animales de la granja emitían sonidos a lo lejos que, aunque incomprensibles, sin duda fueron comentarios con más criterio que los de Fernando Niembro y TyC. Algunos sostenían que la ausencia de hinchada se debía a estrictas medidas de seguridad. Pero sabemos que los más violentos se escondían mudos, en la sombra de los árboles, para vernos jugar y burlar a la autoridad. ¿Quién se atreve a negar todo esto? ¿Qué los animales comenten mejor que Niembro, que los barras bravas alienten enmudecidos bajo las sombras de la madrugada a futbolistas desconocidos, y que Riquelme o Messi quieran ser como nosotros? Humildemente, creo que nadie. Nada puede contra los recuerdos fantásticos que los amigos tienen de los buenos momentos. ¡Eso habrá dicho el burro mientras nos veía correr! “¡Es un buen momentaaaa, Don Niembraaaa!”

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