martes, julio 25, 2006

MUNDO WEB: UN ACERCAMIENTO A SUS CARACTERÍSTICAS, ¿QUIÉNES SON SUS RESPONSABLES HOY?

Lucas González Freytes lucaslocu@hotmail.com

El escenario que muestran hoy por hoy las nuevas tecnologías es más que estimulante y plantea una serie de cuestiones dignas de ser profundizadas aún más de lo que hasta el momento lo han sido.

Una de ellas es la posibilidad de acceso al mundo nuevo (o por lo menos de reciente irrupción en la vida de los seres humanos) de Internet, que no se vislumbra garantizada para todas las personas ni tampoco, y una vez que sea en un hecho “estar on line”, que esa posibilidad sea aprovechada en todas sus alternativas.

Además, existe una cuestión de fondo no debidamente aclarada hasta el momento: la gran cantidad de información disponible y la condición hipertextual de la misma presentada en la Web; es decir, información conectada por enlaces, multimedial, que por medio de clics nos llevan al instante de un sitio a otro, casi siempre de un modo no lineal y sin jerarquía, ¿puede alterar la construcción de conocimiento de manera determinante?, ¿de qué modo?

Es casi evidente que corresponde una respuesta afirmativa a la primera pregunta, pero la especificidad y aclaración que requiere contestar la segunda parece estar al alcance de muy pocos por el momento. Y tampoco constituye el objetivo de este escrito dar respuesta final al tema. Pero sí indagar un poco sobre quiénes son los responsables de actuar de un modo coherente a las exigencias de las nuevas tecnologías y al rol que ostentan en el mundo social.

El primer paso para ensayar una respuesta es pensar cómo hacer para que el fenómeno Web sea un producto humano de las mayorías en todo el mundo, y no una producción, como es hasta hoy, restringida a una proporción ínfima si se la compara con la cantidad de habitantes en todo el planeta.

Es decir, el acceso y la equidad son cuestiones que requieren un análisis urgente por parte de las autoridades en la materia, porque la circulación de información tiene que transformarse en el corto plazo en una alternativa para todos los sujetos posibles. De lo contrario, la construcción del conocimiento y de las maneras de aprender que promueve Internet quedará sólo como una manifestación de sentido de un grupo privilegiado, minoritario y aislado, con un poder enorme en sus manos; lo cual entraña un desequilibrio de proporciones impensadas.

Volviendo al tema de la construcción del conocimiento en Internet, es necesario poner bajo la lupa al hipertexto y sus características porque éste es la clave de la composición actual de la red de redes. Vale decir, un sistema de presentación de información que proporciona conexiones inmediatas con otros “nodos” de datos, que permiten desviarse de la información central, sin un eje o centro organizador aparente.

De manera liviana podría pensarse que el gran volumen de información y la inmediatez de su disponibilidad constituyen en sí mismos un avance. Pero esa visión idealista finaliza rápidamente si se tiene en cuenta que la posibilidad de generar enlaces múltiples pueden producir (y de hecho lo producen) el efecto de fragmentar y descontextualizar los datos al desmarcarlos del contexto donde fueron desarrollados originalmente.

Esto no puede dejar de alarmar a cualquiera, y más aún a aquellos que son educadores, que como tales tienen una responsabilidad mayúscula en procurarse los conocimientos necesarios para propiciar la transformación de los actuales navegadores o “surfistas” de la Web, en los próximos “usuarios críticos” o “hiperlectores”.

Estas dos últimas categorías, que definen la actitud que pueden asumir los sujetos ante los sistemas hipertextuales, se convierten en el norte educacional esperable que les permitirá a los lectores abandonar el abordaje de la información desde la mera curiosidad y la superficialidad, y asumirlo con una actitud de escepticismo general a los ofrecimientos de las páginas Web.

Es decir, les permitirá convertirse en usuarios críticos que comprenden que todo lo que se les presenta no es lo único existente, que puede ser tendencioso y, en el caso de convertirse en hiperlectores, contribuirán a generar nuevos conocimientos y a la construcción de sistemas hipertextuales propios, siempre como consecuencia de un proceso de interactividad con los hipertextos que enfrenten.

Por supuesto, esta enorme responsabilidad que desde aquí se les asigna a los educadores, en realidad termina siendo una responsabilidad que debe asumir en primer orden el Estado (particularmente en la Argentina), desplegando una política en este sentido clara y decidida, para que el futuro que hoy adelantan las nuevas tecnologías no sea una alternativa de unos pocos con poder desorbitado, y un padecimiento de muchos otros, empujados hacia los márgenes de una participación ilusoria en la World Wide Web, la cual en el mejor de los casos será somera, esporádica y superficial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)