domingo, marzo 23, 2008

NADA MEJOR QUÉ HACER










Decenas de hechos delictivos suceden en la ciudad de Córdoba todos los días, y no hace falta ser un experto para suponer que el grueso de los mismos ocurre durante las noches de los fines de semana.
Sin embargo, la policía de la provincia elige usar su escaso tiempo y recursos para detener a personas cuya conducta se encuentra en las antípodas del mundo del hampa. Exactamente eso ocurrió hace pocas horas atrás, entre las dos y las tres de la madrugada de hoy, cuando dos mujeres jóvenes volvían a un cumpleaños que se celebraba en una casa de barrio Pueyrredón, luego de comprar algunas bebidas. Se movilizaban en la camioneta de una de ellas, con aparente normalidad, hasta que se vieron sorprendidas por la persecución un móvil del CAP (Comando de Acción Preventiva), que consiguió darles alcance, sin registro de intento de fuga, justamente en el domicilio de destino ubicado en la cuadra de la calle Charcas al 1400.
El motivo: maniobra riesgosa del vehículo en cuestión (se estima que la camioneta pasó un semáforo en rojo) contra una unidad del transporte público de pasajeros (no se ha precisado aún que línea de colectivos). El hecho fue advertido por supuestos testigos, que con llamativa celeridad dieron aviso a la policía, la cual detuvo a las presuntas infractoras minutos más tarde.
Lo cierto es que una vez presentes en el domicilio donde se desarrollaba la fiesta, los uniformados no pudieron justificar fehacientemente cuál era el motivo exacto que provocaba la detención, y menos aún el posterior pedido de refuerzos que hizo concurrir hasta tres móviles del CAP en menos de 15 minutos a ese mismo lugar, donde no se registraba uso de arma alguna, delito contra la propiedad o persona física, ni personas descontroladas por exceso en la ingesta de alcohol. Sólo una supuesta infracción de tránsito.
Por supuesto, ninguno de estos argumentos logró convencer al responsable del operativo de evitar que las jóvenes fueran trasladadas al precinto ex seccional séptima, ni que a esta hora, 03:49 hs de la madrugada de domingo 23 de marzo de 2008, la joven acompañante, en el día de su cumpleaños, y la conductora de la camioneta acusada de una infracción de tránsito, pudieran completar el sano festejo que venían desarrollando. Desde luego que nadie trata de decirle al personal de la policía cómo hacer su trabajo, pero en días como los actuales, donde la delincuencia se enseñorea en gran parte del territorio provincial haciendo estragos particularmente en el distrito de nuestra capital, cuesta creer que el operativo montado no haya sido al menos desmedido. Por lo menos, ésa era la sensación de casi todos los presentes asistentes al aguado festejo, que por lo bajo comentaban el asunto por miedo a ser reprimidos con una nueva absurda detención.
Además, uno está tentado en expresar una sospecha aterradora: ¿el accionar de la policía es deliberadamente funcional a los intereses de los malvivientes al punto que, para no levantar suspicacias como ésta, justifican su tarea participando de hechos irrelevantes y muy lejos de las zonas rojas que bien conocemos en nuestra capital? Por el momento, dejamos planteado en forma de pregunta un escenario un poco desesperanzador, hijo de una reflexión al paso. Cuando podamos aportar más datos lo haremos. Mientras tanto, aquí les dejamos el registro visual de lo que hemos cronicado.

2 comentarios:

Lucas González Freytes dijo...

Los nombres de las personas afectadas no figuran ya que no se cuenta con una aprobación expresa de las mismas para que estos aparezcan. Ni tampoco hemos colocado los nombres de los uniformados, pero en este caso es por desconocimiento de los mismos.

Lucas González Freytes dijo...

El 30/12/10 alguien, que firmó como anónimo, dejó un comentario en esta entrada cuestionando mis opiniones sobre la labor policial. Le comunico a esa persona y a todas las demás que, a partir de ahora, quienes deseen dejar sus opiniones deberán colocar su nombre y apellido. De lo contrario, las mismas no serán publicadas. Desde ya, muchas gracias.