domingo, abril 17, 2011

SI SE TRATA DE NUESTRO COLCHÓN, NO HAY QUE “DORMIRSE”*

Tres especialistas dedicados al rubro colchonería nos acercan novedades, recomendaciones y consejos útiles para elegir el colchón adecuado. Se trata de aprovechar al máximo y de manera saludable nuestras horas destinadas al sueño.

¿Recordamos cuántos años hace que tenemos el mismo colchón? ¿Conocemos cuál es su estado? ¿Dormimos lo suficiente e igual nos sentimos cansados sin entender el motivo? ¿Sabemos qué elegir para cuidar nuestra salud cuando no estamos despiertos o cuando tenemos un problema físico? Si alguna de estas preguntas nos inquietan, entonces prestemos atención a quienes pueden ayudarnos a preocuparnos sólo de tener bellos sueños cuando nos vamos a dormir.

“Una cosa muy importante es cambiar el colchón cada cuatro o cinco años. La idea de tener un colchón para toda la vida no es para nada recomendable. Alguna gente, la de mayor edad especialmente, está aún con la idea de los colchones de antes, que eran de lana y muy buenos. Pero con el paso del tiempo el colchón se vence, se hunde, y es muy perjudicial para nuestro cuerpo”, sostiene enfáticamente Fernando Belelli, dueño de Sueñolandia Colchonerías, ubicado en la esquina de Fray Luis Beltrán y Monseñor Pablo Cabrera.

Fernando continúa: “Vos podés dormir tranquilamente en un colchón que está hundido, y vas a dormir. Pero no descansás. Hay gente que me dice que durante tres o cuatro años estuvo durmiendo un desastre y que lamenta no haberse dado cuenta antes de que necesitaba cambiar de colchón”. En este sentido, el mismo Belelli es categórico: “A los colchones viejos hay que tirarlos, ni siquiera regalarlos”.

En relación a esta cuestión, Javier Barrera, dueño de Colchonería Beltrán, situada en Fray Luis Beltrán y Ezequiel Paz, relativiza: “La durabilidad y la necesidad de cambio de los colchones pasa por el cuidado que le da el cliente. Los colchones no tienen fecha de vencimiento. Sí hay recomendaciones para el cuidado del colchón. Por ejemplo, ventilar el colchón haciendo que le dé la luz solar. Si el colchón está en buen estado no hace falta cambiarlo”.

Asimismo, Barrera reconoce que en los últimos años la calidad de los colchones ha recorrido caminos inversos según el tipo. Los de resortes, por ejemplo, en general han disminuido su calidad y rendimiento, mientras que los hechos con goma espuma han demostrado exactamente lo contrario.

Recomendaciones médicas
Por otro lado, Andrés Ibáñez, encargado de la sucursal Los Granaderos esquina Zapicán de El Rey del Colchón, sostiene que las personas que tienen problemas de ciática, hernia de disco, compran por recomendación expresa de su médico: “Llevan siempre un colchón de goma espuma de alta densidad porque es rígido y no tiene flexibilidad. El objetivo es mantener la postura recta, siempre uniforme, para evitar el dolor habitual”.

El titular de Colchonería Beltrán coincide con Ibáñez al afirmar que la gente con problemas de columna llega a su negocio con claras indicaciones de su traumatólogo: “Lo recomendado en estos casos es un colchón duro, de goma espuma de alta densidad, que es el que concentra 30 kilos de material por metro cúbico. Es el que garantiza la postura ideal para descansar”.
En este sentido, Belelli no ahorra datos sobre los avances tecnológicos que ofrece la industria colchonera: “Los sanatorios y clínicas nos piden habitualmente colchones articulados para camas ortopédicas. Son útiles porque se pueden rebatir a la altura deseada. También vienen colchones antiescaras con hileras inflables que funcionan con un compresor automático que ingresa aire y desinfla cada cuatro minutos. Es ideal para personas que están postradas durante mucho tiempo, evitando la irritación de la parte del cuerpo en contacto con el colchón.

Novedades y consejos
En relación a lo nuevo que ofrece el mercado, el dueño de Sueñolandia Colchonerías revela: “Hoy lo mejor que hay en colchones con resortes son los que poseen resorte enfundado o pocket. Están hechos con hileras de resortes y, en este caso, el colchón trabaja en forma independientemente. Por ejemplo, en un colchón de dos plazas, la persona de más peso no le transmite el movimiento a la más liviana. El resorte enfundado permite un descanso mejor porque una persona no molesta a la otra con su movimiento”.

Mientras tanto, desde El Rey del Colchón y Colchonería Beltrán, Ibáñez y Barrera destacan que “la novedad en colchones es la espuma viscoelástica”, un desarrollo de los científicos de la NASA en la búsqueda del confort y la sanidad de los astronautas en el espacio. Esta espuma esta hecha con un material similar al látex, el cual hace que el colchón se amolde a la forma del cuerpo, para luego recuperar su forma original.

Por último, los tres especialistas consultados coinciden en resaltar que al comprar un colchón hay que tener en cuenta el peso de las personas, la edad y la altura, porque de eso dependerá la densidad que recomienda el fabricante del colchón, o si, en todo caso, es más saludable adquirir un colchón de resortes. “Cualquier persona no puede usar cualquier colchón. Por eso la gente necesita asesoramiento y no comprar en un híper donde, no sólo que no es asesorada, sino que ella misma tiene que sacar el colchón de la góndola”, sintetiza Belelli.

*Nota de mi autoría aparecida en la Revista "Expresión Norte" en la edición de abril de 2011.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quę buena información. Habrá que renovar lis colchones de toda la familia!!